martes, 30 de noviembre de 2010
¿Ser diferente es desconectarse? Sobre culturas juveniles
La desintegración que se genera en base a esta situación, hace que nos encontremos en la calle con tanta violencia, delincuencia y rabia, un claro ejemplo lo podemos observar con los niños de la calle.
Para que las peticiones de una generación puedan tomar interés frente a los políticos, será necesario que aprendan a presentar sus propuestas y preguntas de una manera eficaz ante estos, pero... ¿que pasa con las nuevas generaciones? ¿perdieron la confianza y prefieren buscar otras fuentes y formas de presentar las preguntas?.
Además, dentro de la política, en las campañas electorales, los políticos solicitan el voto de la juventud promoviendo una relación material en la cual, se da un intercambio entre un yo te ofresco pero tú que me das a cambio, sin embargo, los políticos les quitan oportunidades a estos jóvenes retirandoles recursos tanto en la educación como en los programas sociales, entre otros (García, C. 2004).
Aunque los jovenes no se necuentren organizados formalmente, no significa que no estén en constante interpretación del mundo y construyendo sus opiniones.
Finalmente, las nuevas interacciones sociales se dan en espacios no físicos, es dicir, en los ciberespacios, este factor ha afectado tanto a nuestra sociedad ya que, se abandona todo lo afectivo, lo táctil, etc. se dan relaciones superficiales. así pues, todo esto representa una ruptura que se ha venido dando en las relaciones primarias que se generan dentro de la familia. El problema no está en los jóvenes, sino en la sociedad.
García, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Barcelona: Gedisa
Damaris Montiel Gonzalez
sábado, 27 de noviembre de 2010
¿Ser diferente es desconectarse? Culturas Juveniles
¿Ser diferente es desconectarse?
Sobre las culturas juveniles
García Canclini, Néstor
La acumulación de desencantos actuales no solo genera escepticismo. También nos deja en un mundo en fragmentos, despedazado y sin continuidad histórica. Muchos piensan que esto es más evidente en las culturas juveniles. De nuevo, debemos decir que los jóvenes no tienen la exclusividad, y a la vez indagar en qué sentido configura un modo extremo o distinto de una experiencia general.
Fragmentaciones
Los jóvenes actuales son la primera generación que creció con la televisión de color y el video, el control remoto y el zapping, y una minoría con computadora personal e internet. Entre las décadas de 1970 y 1980 la pregunta era que significaba ser la primera generación en la que la televisión era un componente habitual de la vida familiar. Ahora se trata de entender como nos cambia la espectacularizacion permanente a distancia, o dicho de otro modo: esta extraña combinación de mediatización e interconectividad. La mediatización aleja, enfría, y al mismo tiempo la interconectividad proporciona sensaciones de cercanía y simultaneidad.
Los otros dos rasgos con que se reestructura la cultura y la vida cotidiana son la abundancia inabarcable de información y entretenimiento, y al mismo tiempo, el acceso a fragmentos en un orden poco sistemático o francamente azaroso. Estas no son características solo de los jóvenes con baja escolaridad, sin suficientes encuadres conceptuales y vasta información como para seleccionar y ubicar el alud de estímulos diarios. Es verosímil la hipótesis de que la fragmentación y discontinuidad se acentúan en los jóvenes de clases medias y altas, precisamente por la opulencia informativa y de recursos de interconexión.
viernes, 26 de noviembre de 2010
EDUCACIÓN INTERCULTURAL
Si hemos de hablar de educación intercultural, es importante que definamos qué entendemos por interculturalidad. La interculturalidad es un concepto en construcción, por lo cual es imposible pretender dar una definición consolidada,
- Mayoritario “homogéneo”
- Realidades multiculturales
CREDITOS
jueves, 25 de noviembre de 2010
¿Ser diferente es desconectarse? Culturas jóvenes Discontinuidades
¿Ser diferente es desconectarse?
Culturas jóvenes
Discontinuidades
En la actualidad las culturas jóvenes se dedican a vivir en la hiperrealidad de lo instantáneo, la fugacidad de cada uno de los acontecimientos del día a día, existe sobre el momento en el que solo puede creer lo que esta sucediendo sin pensar en el ¿Qué paso? O el ¿Qué puede pasar?, ejemplo de ello es el que tome modelos a seguir a aquellos sujetos que solo toman un lugar representativo frente a la sociedad por tener un rostro bello, o decir algo que muchos no se atreverían; pero no por hacer algo que valga realmente la pena.
A esta fugacidad se suman incluso las políticas industriales, que se encargan de volver inservible los artefactos eléctricos cada 5 años, o desactualizan las computadoras cada 3, y las políticas publicitarias que ponen fuera de moda la ropa cada 6 meses y las canciones cada seis semanas son modos de gestionar el tiempo. Todo esto lo hacen con la finalidad de simular que el pasado ni el futuro importan, solo el momento.
Se puede decir que la valoración socioeconómica de la larga duración se manifiesta también en las exigencias a los consumidores. Un ejemplo de ello se presenta cuando queremos adquirir algún producto ya sea un mueble, alguna computadora o quizá un préstamo, antes de otorgar cualquiera de ellos investigan parte de nuestra vida, necesitan saber si hemos pagado anteriores deudas o si realmente contamos con los recursos económicos para saldar la deuda que vamos a adquirir. De dice entonces que la flexibilización laboral y la inestabilidad efectiva se llevan mal con la reproducción de la vida social.
Isis Hernández García
García, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Barcelona: Gedisa.
Sobre las culturas juveniles
Informatizados, entretenidos.... y los otros.
Actualmente la situación de los jóvenes como personas productivas, es una problemática que esta inmersa en la globalización, ya que por un lado se esta esperando de los jóvenes que cumplan ciertos roles sociales ya sea como trabajadores y consumidores dentro de la sociedad.
En cuanto a trabajadores podríamos considerar al trabajador como sinónimo de vulnerable ya que según (García, N., 2004) mas que trabajadores satisfechos y seguros, se convoca a los jóvenes a ser subcontratados, empleados temporales, buscadores de oportunidades eventuales, mediante la integración a un mercado liberal mas exigente en calificación técnica, flexible y por tanto inestable, cada ves con menos protección de derechos laborales y de salud, sin negociaciones colectivas ni sindicatos, donde deben de buscar mas educación para finalmente hallar menos oportunidades.
Este fenómeno lo observamos en todos aquellos jóvenes que trabajan en lugares donde no se les da las garantías ni herramientas necesarias para tener una situación laboral destacada, son empleos informales, donde los jefes de estos hacen uso de la demanda de trabajo, poniendo sus reglas por así decirlo, abusando de los trabadores, en otras palabras se basan de la necesidad de un trabajador, manipulando los empleos para que los jefes se beneficien, la cuestión seria que hacer ante esta situación, y como la solucionaríamos, ya que como jóvenes, por estar en busca de esta estabilidad económica, es muy difícil ser pasivo en esta relación entre empleos vulnerables, pero tampoco nos podemos quedar sentados esperando la solución.
En cuanto a lo que se refiere a consumidores podemos encontrar esta situación en la que los jóvenes (trabajadores) necesitan ser deudores para subsistir, entrando así en el campo de la globalización, siendo participes de esta relación entre trabajadores-consumidores, ya que por un lado si no les es posible tener un buen trabajo, los jóvenes se ven en la necesidad de adquirir empleos informales para tener un ingreso y llevar su rol social de consumidores.
Paul Ramón Montero Zendejas.
García, N. (2004). Diferentes, desiguales y desconectados. Barcelona:Gedisa.